jueves, 5 de enero de 2017

Cine: 
"El cine y la literatura infantil:
¿aliados o enemigos?"
 
 
Actualmente y junto con la televisión, el Cine,  es uno de los medios de esparcimiento e información más influyentes dentro del mundo contemporáneo.
 
Los hombres, desde la antigüedad, demostraron su intención de captar y reproducir imágenes móviles. Encontramos una primera aproximación al Cine, en las representaciones que a través del teatro de sombras lograban mostrar a un público entusiasmado imágenes en movimiento. En el Siglo XVI comienza a utilizarse la “Cámara Obscura” y con ella la posibilidad de proyectar imágenes sin movimiento pero alejadas temporalmente del momento de su producción. Un Siglo después, la “Linterna Mágica” sería la precursora de las sesiones de cine, mediante la  proyección de imágenes sobre una superficie plana. Con el fin de hacerlas llegar a todos los lugares, los feriantes viajaban con sus linternas dejando boquiabiertos a los espectadores. Sobre todo cuando empleando ingeniosos dispositivos mecánicos y combinaciones ópticas lograban sobre las imágenes un efecto de movimiento.
 
Sin embargo, podemos considerar que fue durante el Siglo XIX, cuando se produjeron una serie de aportes que resultaron capitales y permitieron, a Louis Lumiere, el 28 de diciembre de 1895, proyectar en París uno de sus primeros films, "La llegada de un tren a la estación de Ciotat", el efecto de una locomotora que parecía salir de la pantalla fue enorme. El  aparato con el cual lo consiguieron lo llamaron Cinematógrafo.
 
Las primeras películas siempre mostraban momentos cotidianos, referidos a la vida familiar o laboral, pero la creatividad de otro hombre, Georges Méliès, brindó al cine un nuevo rumbo, demostrando no sólo servía para grabar la realidad, sino que también podía recrearla o falsearla. Con imaginativas premisas, hizo una serie de películas que exploraban el potencial narrativo del nuevo medio. En un estudio en las afueras de París, rodó el primer gran filme puesto en escena cuya proyección rondaba aproximadamente los quince minutos: L'Affaire Dreyfus (El caso Dreyfus, 1899) y filmó Cendrillas (Cenicienta, 1900) en 20 escenas, iniciando el primer contacto del Cine y la Literatura Infantil.
 
Desde entonces, el cine y la literatura han establecido complejas y recíprocas relaciones. Esta vinculación ha tenido y tiene distintas formas de expresarse.
 
En ocasiones, la literatura ha proporcionado una importante fuente de inspiración a los directores convirtiéndose en cine a partir de la adaptación fílmica de obras literarias, donde el argumento de éstas se ha transformado en un guión cinematográfico, con mayor o menor fortuna. Cada adaptación de una obra conocida renueva la eterna polémica ¿Qué es mejor? Texto o película. Literatura o Cine. Algunas veces, como resultado de las comparaciones se suele rechazar la película lamentando que la complejidad del texto literario haya sido despreciada por la superficialidad de las imágenes. Otras, en cambio, se consideran los aportes de la imagen como enriquecedores del texto.
 
Por otra parte, el éxito de una película algunas veces ha provocado la edición literaria de la historia en la que se basa o del guión de la misma.
 
Tampoco, debemos olvidar las películas, en las que la literatura se ha convertido en protagonista al mostramos las vivencias de un escritor o escritora, real o ficticio.
 
Cada adaptación de una obra conocida renueva la eterna polémica ¿Qué es mejor? Texto o película. Literatura o Cine.  Es un error hacer "competir" a un libro con una película, son dos obras de arte diferentes, dos lenguajes distintos, aunque puedan estar inspiradas una en la otra como pudieran estarlo en muchas otras cosas: la vida, los sentimientos, la historia, etc... y aunque por supuesto el valor artístico y la calidad de cada una pueda ser mejor o peor, dentro de sus propios parámetros.
 
Desde el punto de vista didáctico, las relaciones entre literatura y cine, nos permiten analizar una historia contada en distintos soportes, para reconocer las ventajas que proporcionan cada uno de ellos.
 
A continuación, te invitamos a visitar nuestro listado de películas, se trata de adaptaciones de obras de Literatura Infantil y Juvenil que han sido llevadas al Cine. Por supuesto, si conoces alguna que no está en la lista nos gustaría que nos ayudes a completarla.
Más investigaciones de los 7 Calderos Mágicos:
Radio: Hubo una vez un escritor que decidió regalar a las y los lectores un libro de título sugerente, La peor señora del mundo. Texto, que al paso del tiempo, se convirtió en emblemático. Se le empezó a leer en los hogares, en las escuelas, en los hospitales, en las plazas, dentro y fuera del país. Su nombre: Francisco Hinojosa, actualmente primer embajador de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que este año llega a su edición númeo.


Infancia, adolescencia, juventud
Tradicionalmente se considera como infancia el primer período de la vida humana que se extiende desde el nacimiento a la adolescencia. Sin entrar en divisiones aquí innecesarias, conviene recordar que en la infancia se desarrollan todas las capacidades: en primer lugar mediante la actividad lúdica y luego a través del aprendizaje sistemático en la escuela y en la vida cotidiana. La literatura, sin duda, participa de lo lúdico, de lo escolar y de lo vital. Y puede decirse que éste es un período bien atendido literariamente en cuanto a producciones específicas cuya adecuación a los destinatarios parece indiscutible en líneas generales.

Entre la infancia y la juventud hay que colocar la adolescencia, considerada como puerta de la juventud y también como la etapa inicial de la misma.
La adolescencia se inicia con los cambios corporales y puberales o la anticipación de los mismos. Termina con el descubrimiento y entrada en el mundo del adulto.
Rasgos característicos son la maduración sexual con sus aspectos psicofisiológicos y psicoafectivos, la inestabilidad emocional e incluso la hipersensibilidad, la aparición del pensamiento abstracto y del razonamiento dialéctico, y el interés por la observación de sí mismo. Este período va a menudo acompañado de frustraciones y de esfuerzos por descubrir la propia identidad e incluso el sentido de la vida. La rebeldía suele ser consecuencia de la confusa situación y del deseo de autoafirmación.

materiales multimedias y otros


Géneros Modernos, Cine, Radio, Materiales Multimedias en la LIteratura Infantil y Juvenil 

En el ámbito educativo y especialmete en la literatura infantil y juvenil, la cual es aquella que se encarga de encaminar a la mayoia de los estudiantes y docentes. Basta investigar y documentarse para saber cuales son las obras de mayor embergadura para los lectores, ya sean infantiles y juveniles. Es por ello que surge la necesidad de realizar este pequeño blogg, con la intencon que los interesados busquen y satisfagan sus necesidades. Comenzaremos a definir lo que a Géneros Modernos, seguido de cine, luego radio y por último masteriales multimedias. 

 

 Con el tiempo se van viendo algunos de los resultados obtenidos en el trabajo constante de investigación. Tengo la profunda convicción de que un investigador que llega a su "acmé", a su mejor momento vital, no puede ni debe seguir haciendo las mismas cosas que cuando era ayudante o becario. Pasa el tiempo de poner ladrillos y llega el momento de ver cómo ha quedado el edificio construido con tanta paciencia y tesón a lo largo de los años. Mis antiguas intuiciones sobre cómo se han podido relacionar los autores antiguos y los modernos hoy día constituyen un corpus teórico de cierta complejidad. 

 a he desplegado en varias publicaciones esta propuesta de "encuentros complejos", basada, básicametne, en cuatro tipos de encuentro (a partir de la persona del autor antiguo o su obra, a partir de sus textos, a partir de la crítica o el comentario de ese autor, o desde la relectura de una género antiguo a partir de otro moderno) y en diversas tensiones que articulan tales encuentros (antiguo/moderno, aquí/allí...). Se trata de una aproximación sistémica, que entiende la literatura no tanto en términos de suma de obra sino de articulación de singularidades. Quisiera hoy hacer unas cuantas puntualizaciones acerca del cuarto tipo de encuentos a los que me he referido más arriba, al de la lectura de un género antiguo a partir de otro moderno. Resulta muy interesante observar cómo se actualizan ciertas obras de la Antigüedad desde nuevos sentidos insospechados. Dice Borges que "Épocas hubo en que se leían las páginas de Plinio en busca de precisiones; hoy las leemos en busca de maravillas, y ese cambio no ha vulnerado la fortuna de Plinio". Fue una frase que me impactó, y que me hizo volver a su cuento "Funes el memorioso", no en vano inspirado en la obra de Plinio el Viejo, con nuevas perspectivas.

 


sí las cosas, al hablar de las relaciones entre géneros antiguos y modernos debemos estar dispuestos al asombro que nos van a reportar las posibles combinaciones y relecturas. Tan sólo por enumerar algunas de las relaciones más significativas, podemos hacernos una idea de la envergadura del tema propuesto considerando las siguientes posibilidades:

-Antigua épica y nuevos géneros modernos. Se trata de una de las relaciones más estudiadas. En nuestro caso, hemos analizado diferentes modalidades, como la relación entre épica y moderna literatura burguesa (desde Goethe, precisamente su creación de una “épica burguesa” en Hermann y Dorotea), o la peculiar transformación que Jorge Luis Borges hace de la Eneida, despojándola de sus elementos épicos y transformándola en una moderna elegía.

-La antigua erudición convertida después en relato fantástico. Esta compleja relación, que explica muchos aspectos de la moderna literatura fantástica, se puede ilustrar con las lecturas que del enciclopedista latino Plinio el Viejo hacen autores como Jorge Luis Borges o Italo Calvino.

-Antiguos textos históricos y modernos relatos de viaje. Relación muy productiva que agrupa a autores de carácter muy diverso. Las lecturas que de Herodoto han hecho autores como Álvaro Cunqueiro, o más recientemente, el holandés M. Ondaatge y el polaco R. Kapuscinski, ilustran bien este encuentro.

-Antiguos textos de ciencia y modernos textos poéticos. Se encuadra dentro de un tema más general, como es el de la relación entre la ciencia y la creación literaria. En este capítulo recorreremos con cierto detenimiento la relectura que de Dioscórides hace el poeta Antonio Gamoneda.

-Literatura grecolatina y novela experimental. Una de las relaciones más insospechadas y, sin embargo, más interesantes. Autores como Cortázar juegan con viejas palabras latinas para crear sus particulares mundos verbales.



Lograr dar una visión mínimamente sistemática de tales encuentros ya sería un gran avance para la teoría que propongo.




PANORAMA DE LA LITERATURA INFANTIL EN VENEZUELA
Elaborado por Norma González Viloria y Fulvio Quintana
Como ocurre en todos los pueblos y las culturas del mundo, la literatura infantil, en Venezuela, nace de dos fuentes:
       Los libros didácticos.
       La tradición oral.
Fue a partir del año 1829 cuando comenzaron a producirse libros dirigidos a los niños en Venezuela, los cuales, como en la mayor parte de nuestros países, eran didácticos. Entre éstos destaca El libro de la infancia por un amigo de los niños (1856), de Amenodoro Urdaneta.
Con la llegada de los conquistadores y colonizadores provenientes de España, se heredó la tradición oral de ese país, alimentándose además de otras culturas, como la africana, dando lugar a nuevas y variadas creaciones.
Un hecho fundamental para el impulso de la literatura infantil en nuestro país, fue la creación de las revistas Onza, Tigre y León (1938-1948) y Tricolor (1949-1993), y su fundador y director Rafael Rivero Oramas, pionero y padre de este género en nuestro país.
Rivero Oramas se propuso proveer a los infantes venezolanos de una literatura que se opusiera a las “lecturas escolares” imperantes en la época en que vivía, y a través de sus revistas dio gran impulso al género, que sólo entonces comenzó a vitalizarse.
 
Aunque en los años 50 y 60 hubo algunas iniciativas editoriales, es en el año 1967 cuando surge una primera editorial de libros para niños llamada Churum Merú y en 1968 se publican dos importantes colecciones: Puente Dorado y Estrella Amiga, del Instituto Nacional de la Cultura (INCIBA)
A finales de los 70 empieza a mejorar el panorama editorial. Se crea el Sistema Nacional de Bibliotecas públicas, que demandaba libros y materiales de lectura para los niños y jóvenes.
Se fundan las editoriales especializadas en literatura infantil, apareciendo revistas y periódicos para niños. En 1978 surge Ediciones Ekaré, del Banco del Libro y, paralelamente surge la editorial María Di Mase.
Entre los periódicos publicados a partir de ese momento destacan El Cohete (1979-1981), el suplemento infantil de El Carabobeño (1977), Perro nevado (1979) y El Barquito (1978); entre las revistas: el Boletín nacional de literatura infantil y Parapara; posteriormente, La ventana mágica (1985) y Onza, Tigre y León en su nueva etapa.
Por esa época, surgen los primeros estudios de esta disciplina en el país, con libros como La literatura infantil venezolana (1977), de Efraín Subero, con posteriores investigaciones y estudios de Carmen Mannarino, Marisa Vannini, Velia Bosch, María Beatriz Medina y Griselda Navas.
Durante los años 80 ocurre en España el boom de la literatura infantil y comienza a llegar a nuestro país mucho de esta literatura, lo que contribuyó a la formación de nuevos gustos y tendencias. De forma posterior, se sumaron nuevas editoriales, como: Tinta, papel y vida e Isabel de los Ríos, Amanda y Rondalera; se crean colecciones infantiles en editoriales nacionales como Alfadil y Monte Ávila Editores y existe un interés de editoriales extranjeras por publicar autores venezolanos, como es el caso de Alfaguara y Norma.
La lírica tradicional y moderna.

La lírica tradicional y moderna
Rafael Olivares Figueroa, poeta e investigador, incluyó el “Folklore infantil” y el “Folklore maternal” en su libro Folklore venezolano (1948), y publicó sistemáticamente adivinanzas, acertijos, enredos y coplas en la revista Tricolor.
Efraín Subero incorporó composiciones de este tipo en su Poesía infantil venezolana; Luis Arturo Domínguez ofrecía juegos, coplas y corridos en sus libros de folklore para las escuelas y Josefina Bello de Jiménez en su Arre, caballito (1965) incluye rimas y juegos para los niños más pequeños.
Aparecen libros de adivinanzas y acertijos que resultaron verdaderos éxitos editoriales en el país colmos publicados por Ediciones Ekaré: ¿qué será, qué no será? (1978) y Tun, tun ¿quién es?, con textos recopilados por Doris Marcano y Carmen Henry; y un libro como Colmos y colmillos, de Abilio Padrón (1992), con colmos, juegos de preguntas y respuestas y asociaciones de palabras.
Es importante señalar el trabajo de recopilación de Josefina Urdaneta, pedagoga y escritora, en Contigo sí. Cómo divertirse y jugar con niños en edad preescolar y Si canto… soy un cantueso (1992), libro donde reúne retahílas, antiguas y nuevas canciones y juegos de mímica. Además de Iván Pérez Rossi y su Cantemos con los niños (1987) y Rosario Anzola con El son del ratón y otras canciones (1993).
Anteriormente, Antonio Arráiz, de alguna manera, había inaugurado este género con un libro sobre Tío Tigre y Tío Conejo. 
Hoy día también debemos citar  A la una la luna. Poesía venezolana para niños, cuya selección y prólogo a cargo de María Elena Maggi, con ilustraciones de Carmen Salvador, permite el acceso a una pequeña muestra de nuestra lírica.
Clásicos de la lírica venezolana
En el año 1950 fue editado un libro clásico en el campo de la poesía infantil llamado Canta, Pirulero, de Manuel Felipe Rugeles, con reediciones hasta 1983, donde se encuentras poemas de medidas clásicas, en las que se percibía la resonancia de poetas españoles del 36 y del  folklore venezolano.
Entre los poetas líricos publicados a partir de los 70, sobresalen Beatriz Mendoza Sagarzazu y Fanny Uzcátegui, o autores con una poesía más desenfadada como Flor Roffé de Estévez con Una cebolla en la olla (1978) y El cumpleaños de la gallinita (1992) o Jesús Rosas Marcano con obras como Cotiledón, cotiledón la vida (1965), La ciudad (1968), Manso vidrio del Aire (1968) o El Mago del cuento (1989)
En 1971 se publicó un libro que constituyó una curiosidad y un acontecimiento: La huerta de Doñana, de Fernando Paz Castillo. Este libro, editado 50 años después de haberse escrito, es un texto dramatizado en el que se intercalan cuantos y cancioncillas, y al cual pertenece El príncipe moro, publicado por Ediciones Ekaré en 1982.
En 1983 María Di Mase editó el libro Angelitos Negros y otros cantares de Andrés Eloy Blanco, con poemas negroides, en los que diversas composiciones emulan una fiesta de tambores.
La figura que hoy en día es considerada como el máximo exponente de nuestra poesía infantil es Aquiles Nazoa (1920-1976), un poeta que se llamó a sí mismo “cantor de lo pequeño” o “de las cosas más sencillas”, su obra ha sido editada para el público infantil y juvenil en libros exitosos como Fábula de la ratoncita presumida (1982), Retablillo de Navidad (1990), El libro de los animales (1991) y La fábula de la avispa ahogada (1992).
La narrativa tradicional
Rafael Rivero Oramas escribió numerosos cuentos, pero los más conocidos fueron los de tío Tigre y tío Conejo. Algunos de esos cuentos fueron recopilados en su libro El mundo de tío Conejo (1973) y publicados después por Ekaré, junto a otros editados en forma independiente: El hojarasquerito del monte, La piedra del zamuro y Tío Caricari. Pero además recreó antiguas fábulas de origen europeo, como Pedro Rimales y Juan Bobo; también recreó mitos y leyendas indígenas.
En la recopilación de este tipo de narraciones ha sido fundamental la labor de la investigadora y escritora Pilar Almoina de Carrera, quien publicó Este era una vez… (1968) y El camino de tío Conejo (1970), cuentos reunidos posteriormente en Había una vez… veintiséis cuentos y Once cuentos maravillosos (1990), editados por Ediciones Ekaré.
También es de relevancia la labor de Javier Villafañe, escritor y titiritero argentino, que vivió muchos años en Venezuela y recopiló en la región de los andes cuantos populares que se reflejaron en los libros Cuentos que me contaron (1975) y posteriormente La mujer que se volvió serpiente y otros cuentos que me contaron (1977)
La tradición indígena
En 1978, Ediciones Ekaré inicia su trabajo editorial con la colección Narraciones Indígenas, presentando historias de la tradición oral de los indios pemón como El cocuyo y la mora (1978), El rabipelado burlado (1978), El tigre y el cangrejo o El Tigre y el rayo (1980) o también de la tradición guajira como El conejo y el mapurite (1980), La capa del morrocoy y El burrito y la tuna.
Autores del mundo adulto que han escrito cuentos para niños:
Julio Garmendia: Manzanita, Las dos Chelitas
Salvador Garmendia: El Turpial que vivió dos veces, Galileo en su reino
Adriano González León: Cosas sueltas y secretas (2007)
Gabriel Jiménez Emán: Los 1001 cuentos de 1 línea (2004)
José Rafael Pocaterra: De cómo Panchito Mandefuá cenó con el Niño Jesús (1986)
Luis Manuel Urbaneja Achelpohl: Ovejón (1983)
Teresa de la Parra:  El genio del pasacarta (1999)
Narradores contemporáneos
Un escritor relevante dentro de la narrativa de las últimas décadas es Orlando Araujo quien publicó en 1971 el relato Miguel Vicente Pata Caliente, seis años después publica Los viajes de Miguel Vicente Pata Caliente (1977). Posteriormente se han publicado otros libros suyos, entre los que destaca El niño y el caballo (1993).
Otro cuento destacado es La calle es libre  (1981) de Carmen Diana Dearden, publicado bajo el seudónimo de Kurusa.
En el género del cuento, es importante resaltar algunos autores de los últimos años del siglo XX:
-          Armando José Sequera: Teresa y Mi mamá es más bonita que la tuya
-          María del Pilar Quintero: Arcalía la gran tejedora (1987)
-          Yolanda Pantin: Ratón y Vampiro se conocen (1992)
-          Jacqueline Goldberg:  Una señora con sombrero (1993)
-          Luiz Carlos Neves: Nuevas hazañas del sapo Cururú (1991)
-          Salvador Garmendia con Galileo en su reino (1993) 
-          Mireya Tabuas: Gato Encerrado(1995) y Cuentos para leer a escondidas(1999)
Entre las voces nuevas de esta primera década del siglo XXI debemos citar, entre otros, a:
-          Milagros Socorro (Horripilón tiene miedo/2007)
-          Rafael Rodríguez Calcaño (Un encuentro inesperado /2006)
-          Eduardo Polo (Chamario / 2004) con prólogo de Eugenio Montejo
-          Fanuel Hanán Díaz (Cartas a Leandro /2006)
-          Sashenka García (Entre gustos, hay amores/ 2006) 
-          Fedosy Santaella (Historias que espantan el sueño/ 2007)

Bienvenidos

La literatura infantil y Juvenil (LIJ), entendida esta como las obras de creación para niños y jóvenes (y las escritas por estos colectivos) y exceptuando los textos de carácter educativo, atraviesa en la actualidad un gran momento. Los organismos oficiales han tomado conciencia de su importancia en la formación de la personalidad, como fomentadora de la creatividad y trasmisora de valores ; escritores, ilustradores y editores se han dado cuenta del número potencial de lectores dentro de este segmento de población y de la exigencia de los mismos y, conscientes de que el público joven “que no ha sido captado a edades tempranas difícilmente lo será después”, tienen especial interés en su conocimiento para elaborar una producción que se adecue al mismo.

 Asistimos a la creación de bibliotecas especializadas y de cátedras de LIJ en algunas universidades. Aparecen libros y revistas en soporte electrónico y surgen críticos que evalúan este tipo de obras. Se promueven congresos y se incentiva mediante concursos y premios la creación para este segmento de población. Las colaboraciones entre los ámbitos público y privado se materializan en proyectos como el “Servicio de Orientación de Lectura” o la “Red internacional de Cuentacuentos”.

 
La producción del XIX, fundamentalmente pedagógica y moralista, entre la que destaca la obra de Fernán Caballero, el Padre Coloma o Juan Valera dará paso a una época prometedora como es la primera mitad del siglo XX en la que destaca la obra creativa de Elena Fortún con su personaje Celia o la literatura de fantasía representada Por Salvador Bartolozzi. Antonio Robles, marcaría una tendencia renovadora en la época con una literatura infantil de tintes absurdos; autores de conocido prestigio como Federico García Lorca o Rafael Alberti escribirían obras de teatro para niños. El resurgir tras la guerra civil fue difícil pero no estéril; el personaje de Celia convivirá con Antoñita la fantástica y algunos más. La democracia inaugurará un nuevo periodo de bonanza cultural apoyado por una protección oficial a este tipo de literatura.

 La abundancia de recursos existentes en la actualidad, tanto en papel como en la red nos ha llevado a la elaboración de esta guía con el fin de hacer una herramienta útil para padres, profesores y comunidad educativa. Centrada en el ámbito de habla hispana, recoge los textos impresos más recientes, aunque sin pasar por alto algunos anteriores a la década de los 90, que resultan imprescindibles, englobando los recursos sobre literatura infantil de creación y los estudios, en el sentido amplio. En cuanto a las páginas Web, hemos seleccionado aquellas que nos parecían de mayor interés en función del organismo que las respalda, la actualización, organización e importancia de los contenidos. La guía no incluye el cómic, apartado que creemos, requiere un tratamiento específico.